sábado, 26 de mayo de 2012


 

VEGA DE ARIO Y PICO CABEZA JULAGUA




Dejamos el coche en el aparcamiento en las proximidades del Lago de la Ercina y tras cruzar el cierre de madera avanzamos por la pradería en dirección S-SE, dejando el lago a la derecha y caminando hacia un peñasco que está un poco por encima del lago. Seguimos la senda que va subiendo pegada a la peña y llegando muy pronto a la majada de la Veguina o de la Ercina, y a continuación por la de Brazu, donde hay una fuente y un tejo justo en el camino.

Continuamos ascendiendo y dejamos a la izquierda la Majada de Vega Vieja, y coronamos la meseta de la Vega del Paré. El camino sigue en suave descenso y llegamos a la Majada de Las Bobias, la cual atravesamos entera y donde un poco más allá se encuentra la fuente La Canaleta que está  a la izquierda.

Seguimos la senda que asciende entre bloques de piedra y avanza sosegadamente bajo la ladera del Pico La Piedra Llana, a la izquierda después de salir del alledo vemos la Majada de la Rondiella en medio del valle. Descendemos un poco y cruzamos el arroyo de El Llaguniellu, en este punto a la vuelta vamos a descender por todo el valle de  la izquierda para por la Majada la Redondiella y Belbin regresar al Lago Ercina.

Acometemos una fuerte subida en zigzag por la cuesta de las Reblagas por el sinuoso sendero en algunos tramos con bastante piedra suelta hasta el alto de la Collada, donde continuamos por zona de caliza con suave desnivel por el Valle de Las Campizas y dando ya vista al fondo la silueta del Collado del Jitu.

Seguimos ascendiendo teniendo como referencia los dos grandes jitos de piedra a modo de puerta de entrada al Collado (Altura 1.638m.). Ya en el collado giramos a la izquierda y vamos hacia la Mesa de Interpretación que coloco allí el grupo Vetusta.

 Las panorámicas que nos regala este lugar son impresionantes, en primer término y a la derecha se encuentra el Jultayu, que se prolonga con los picos  Cuvicente y La Verdeluenga, y al frente el Macizo Central de los Picos de Europa, donde destaca la plana cumbre del Torrecerredo, cuyas laderas corren vertiginosas hacia la Garganta del Cares, tajo que divide el Macizo Central del Occidental o del  Cornión.

Seguimos casi en llano, atravesando pequeños jous y algunas praderías hasta el refugio dedicado a la memoria de Pedro Pidal, Márques de Villaviciosa (Altura: 1.628m.). En la Vega de Ario se localizan varias cabañas de pastores, aunque la mayoría están en ruinas.

Desde la puerta del refugio de Ario, decidimos subir hasta el pico de la Cabeza Julagua, (Altura: 1.720m.) desde donde hay muy buenas vistas de la Ruta del Cares

El camino de vuelta lo realizamos por el mismo sitio hasta que llegamos al arroyo de Llaguniellu, donde seguimos valle abajo hasta la Majada de la Redondiella, donde seguimos un sendero que por entre praderías y zona caliza desemboca en la Llomba que separa la Vega de Belbin de la zona de Brañaredonda y Vega Espines.

La Majada Belbin  que pertenece a la población de Gamoneo,  es una de las más hermosas de Asturias y una de las pocas que quedan activas en el pastoreo. Desde allí hemos de seguir la pista por la que se sube hacia el campo la Tiese y  el Lago de la Encina

lunes, 21 de mayo de 2012


DESFILADERO DE BUSTELLIN

FOTOS:

Lejos de las masificaciones de las rutas más concurridas, todavía quedan lugares donde el tiempo parece tener otra cadencia y donde todavía se pueden ver vestigios de otros modos de vida muy alejados de las comodidades con las que estamos habituados. Riodeporcos es una aldea situada cerca de San Antolín de Ibias, en los confines lucenses de Asturias y donde da inicio a esta ruta que casi supone un viaje en el tiempo.


Para llegar a donde comienza la ruta: Desde Piedrasblancas vamos dirección a Vegadeo a coger la carretera AS-11 hacia el Alto de la Garganta e ir a la derecha por la AS-27 hacia Santa Eulalia y seguir hacia Fonsagrada hasta enlazar en Barbeitos con la C-630 para ir a la izquierda hacia Grandas y al poco coger (3 Km.) a la derecha por la CP-19-08 para bajar hacia la cola de la presa de Grandas de Salime, (15 Km.)


Iniciamos la ruta en Riodeporcos, que se encuentra en una desviación de la carretera  entre Fonsagrada y San Antolín de Ibias. Tras atravesar por el puente colgante sobre la cola del pantano de Grandas de Salime, y único acceso al pueblo, nos internamos en un mundo en el que parece que el mundo está parado, donde el silencio, la tranquilidad y la naturaleza, son los reyes del mismo.
El camino asciende entre prados hacia las casas que tenemos al frente, donde las paredes de piedra dan soporte a un emparrado de viñas que nos trasmiten frescor por su sombra. Pasamos al lado de la capilla de San Roque y a la salida del pueblo hay un cruce de caminos y vamos de frente.

El camino asciende ligeramente y se trasforma en una senda que circula a media ladera entre brezos hasta el pueblo abandonado de Bustillin, donde iniciamos un ligero descenso hasta el fondo del valle.

Tras cruzar el rio por un puente de madera hay un cruce de caminos con indicador, donde a la izquierda se va hacia el pueblo de Busto y a la derecha hacia Penedela. Seguimos esta última circulando entre el rio y la peña en medio de un maravilloso bosque de ribera donde las cristalinas aguas del rio nos trasmiten frescor.

El camino asciende a través de cortados del rio a la sombra de el castaños y madroños. Pronto llegamos a la Cueva da Osa, que parece ser que son los restos de una antigua mina de hierro. Por debajo de nosotros quedan los meandros del rio que parece que no tiene sitio para circular dada la estrechez del mismo y donde las laderas parecen juntarse.

Una vez pasados los últimos contrafuertes vemos al fondo del valle el pueblo de Castaosa y, enfrente las casas del pueblo deshabitado de Penedela.

Una vez en Penedela cogemos una pista donde a los pocos metros se encuentra la capilla de San Antonio. La pista asciende haciendo zigzags hasta encontrar una desviación a la izquierda por la que salimos a la carretera. Estamos en Teso de Cuba y cuenta la leyenda que, como los árabes no se querían marchar, los de Peneda los emborracharon, los metieron en una cuba y los echaron a rodar.

Siguiendo la carretera a la izquierda entramos en el pueblo de Peneda donde hay uno de los pocos hórreos teitados de la comarca.

La ruta atraviesa el pueblo y coge un camino que sale del pueblo y al poco trecho nos encontramos una desviación. (En este punto y se continua por el ancho camino de frente se podría enlazar con el camino por el que subimos y volver de nuevo hacia Riodeporcos). Seguimos a la derecha en dirección hacia el pueblo de Busto, el cual divisamos tras cruzar las peñas.


Encontramos la capilla de San Idelfonso y seguimos camino a la izquierda por la ladera enfrente del que traemos y que nos lleva al fondo del valle  con un rápido y pronunciado descenso por la regueira das Valías por donde salimos a cruzar de nuevo el rio Bustellin por el puente de madera por donde habíamos pasado con anterioridad para volver de nuevo hacia Riodeporcos y el puente colgante donde comenzáramos la ruta.